Entrevista al Museo de Belas Artes da Coruña: «Trasladamos el museo a quien no puede visitarlo presencialmente»

En la actualidad, a pesar de los esfuerzos por hacer que los museos sean más inclusivos, todavía existen barreras que dificultan el acceso a personas con discapacidades o necesidades específicas. En este contexto, las tecnologías inmersivas están emergiendo como una herramienta para superar estas barreras y hacer que los museos sean más accesibles y atractivos para todos los visitantes.

Con el objetivo de explorar cómo las tecnologías inmersivas están cambiando el mundo de los museos y la cultura, tenemos el placer de hablar con Ana Vasco, técnico en el departamento de difusión del Museo de Belas Artes da Coruña.

Durante los últimos tres años, Ana ha liderado el programa «Un Museo en Movemento», que ha implementado actividades inmersivas para hacer que las exposiciones del museo sean más accesibles e inclusivas.

En esta entrevista, Ana nos cuenta su experiencia en la implementación de estas tecnologías y cómo están transformando la experiencia de los visitantes en el museo. Además, nos habla sobre el papel que las tecnologías inmersivas están desempeñando en la promoción de la inclusión y la accesibilidad en la cultura.

Para los que no la conozcan, cuéntanos un poco sobre la iniciativa “Un Museo en Movemento”

– En 2017, la Fundación Emalcsa iniciaba un programa nuevo llamado “Cultura accesible e inclusiva” con el objetivo de acercar la cultura a todos los públicos. Para ello, otorgaba fondos a organizaciones culturales con el fin de promover la creación de iniciativas con enfoque social y fomentar su conexión entre sí para llevar a cabo actividades conjuntas.

– Nosotros quisimos formar parte de ese proyecto y se nos ocurrió crear «Un Museo en Movemento», cuya finalidad era trasladar las colecciones del museo a aquellos colectivos que no podían visitar físicamente las instalaciones.

¿Qué os llevó a apostar por la realidad virtual para las actividades de «Un Museo en Movemento»?

– En 2020, cuando llegó la pandemia, tuvimos que reinventar la actividad que ya estaba en marcha. En ese momento, la realizamos a través de videoconferencia pero a partir de ahí, nos planteamos hacer la propuesta actual de «Un Museo en Movemento» y llevarla al mundo virtual.

En 2021 os lanzasteis con la primera actividad inmersiva con “Descubrir o museo”, ¿En que consistía y qué acogida tuvo esta primera aproximación a la tecnología?

– Nuestro objetivo en esta primera visita era explorar la parte interna del museo a través del recorrido que hace un cuadro desde que llega al museo hasta que se expone. La realidad virtual nos permitió ofrecer esta experiencia a muchas personas sin necesidad de visitar físicamente el museo o recorrer los espacios.

– La acogida fue buenísima, no sólo debido a la espectacularidad del soporte, que hace que parezca que estás en el propio museo, sino también porque además, permite visitar espacios que normalmente que no son accesibles para el público general.

Claro, de una forma al final mucho más inmersiva y cómoda, no?

– Exacto. Además, esto es interesante tanto para el público como para el museo, ya que son espacios privados que teóricamente no están abiertos al público pero que merece la pena mostrar. Esta experiencia nos permite, sin necesidad de tener al público presente, explicar las funciones de los diferentes departamentos y todo el trabajo interno que se lleva a cabo en el museo, y del que la gente no está tan al tanto.

Después de la acogida que tuvo esta primera edición inmersiva en realidad virtual, ¿Qué os motivó a continuar ampliando la oferta los años siguientes con experiencias más ambiciosas e interactivas?

– La idea de hacer algo con realidad virtual se estaba considerando desde hacía un tiempo. Este primer proyecto nos permitió invertir en la tecnología y familiarizarnos con las herramientas para explorar las diferentes posibilidades que ofrecen.

– Al conocerlas, decidimos dar un paso adelante y llevar a cabo visitas no convencionales por el espacio público a visitantes reales. Así nació, “Os segredos que esconden as obras do museo”, experiencia con la que pudimos salir de los espacios privados y ofrecer una experiencia más completa a los visitantes.

Este 2023, por tercer año consecutivo, habéis acercado de nuevo el museo a colectivos de personas en riesgo de exclusión social y diversidad funcional con la nueva experiencia «A Orixe dos museos», ¿Cuál es la novedad de la experiencia de este año?

– En “A Orixe dos museos” seguimos haciendo un recorrido por las salas del museo, pero además, en esta ocasión, nos introducimos dentro de una obra, lo que aporta un componente inmersivo y realista. La obra seleccionada tiene una relación con la historia del arte y el origen de los museos, de ahí el nombre. Lo que hace que la experiencia sea sorprendente e innovadora, es el espacio en el que se sitúan las obras del autor, dentro de un cuadro.

– Por otro lado, aunque siempre hay un guion principal, se producen improvisaciones y ampliaciones de la explicación según la respuesta del público. Así que cada visita es diferente y adaptada para que sea más interesante e interactiva.

¿Y qué tal este año? ¿Cómo ha sido recibida entre los centros y usuarios?

– Este año ha sido increíble, seguimos creciendo en cantidad y calidad. Hemos tenido una gran respuesta por parte de los usuarios. De hecho, hemos recibido cerca de 400 solicitudes, lo que demuestra que cada vez más personas conocen nuestro programa y se animan a participar. Además, seguimos manteniendo las ediciones anteriores para ofrecer una amplia variedad de experiencias a nuestros usuarios.

Vamos, que cada vez más centros se van sumando

– Efectivamente. Los centros normalmente solicitan las experiencias por orden, comenzando por la actividad «Descubrir o museo». A medida que se van apuntando más grupos, la oferta se amplía y los nuevos se incorporan sucesivamente a la actividad.

¿Qué es lo que más sorprende de este tipo de experiencias?

– La posibilidad de estar en otros espacios sin estar físicamente allí. Por ejemplo, llevamos varios años yendo al centro penitenciario de Teixeiro, y con ellos hacemos siempre el vídeo 360º «Descubrir o museo», ya que por problemas de seguridad no tienen Wifi y no podemos hacer las otras experiencias. Los chicos agradecen poder salir, aunque sea virtualmente, a otro espacio después de estar encerrados. La sensación de estar en otro lugar, aunque sea de forma virtual, es algo increíble para ellos.

¿A qué retos y desafíos os habéis enfrentado al llevar a cabo este proyecto, especialmente en lo que respecta a la inclusión y accesibilidad de la experiencia para los colectivos vulnerables?

– Trabajamos en subsanar problemas de aprendizaje, lenguaje y movilidad, sobre todo en los grupos de tercera edad con problemas de motricidad. En los talleres virtuales, los grupos mayores tienen ciertas dificultades y es algo que tenemos que ir mejorando. Aunque, lo interesante de las últimas propuestas multijugador es la posibilidad de adaptarse, permitiendo que la educadora escoja las obras que quiere explicar y use el lenguaje más adecuado según el grupo. Estas nuevas propuestas son mucho más flexibles que la anterior versión, que era rígida y solo te llevaba por los espacios, y esta interactividad permite muchas más posibilidades.

¿Qué os ha aportado emplear este tipo de nuevas tecnologías como herramienta de divulgación artística?

– Se ha ampliado muchísimo la cantidad de personas que visitan el museo. Aunque ya llevábamos tiempo trabajando con estos perfiles, normalmente eran unas pocas asociaciones más proactivas que solicitaban visitas y venían al museo, pero eran solo 5 o 6. Ahora, nos hemos abierto a un montón de grupos que antes desconocían el museo y no tenían acceso a él.

¿Crees que la tecnología de realidad virtual puede desempeñar un papel importante en la democratización del acceso al arte y la cultura?

– La realidad virtual puede ser valiosísima para complementar, reforzar y enriquecer la información, especialmente cuando no hay una posibilidad de trasladarse físicamente al museo. Sin embargo, no debe sustituir al arte ni se debe perder la referencia principal. Debe ser una herramienta que refuerce, enriquezca y apoye, pero que no sustituya a las obras reales. Las prioridades son la colección y las obras reales.

En estos momentos estáis creando otra experiencia en realidad virtual para recorrer la exposición actual de Picasso ¿En qué consiste este proyecto y cuándo estará disponible?

– Este nuevo proyecto también utiliza la experiencia multijugador para recorrer las salas de la exposición temporal de Picasso. En este caso, se han seleccionado una serie de obras para explicar, siguiendo el mismo formato de “Os segredos que esconden as obras do museo”, nuestra segunda visita.

– La educadora explicará una o dos obras de cada sección, adaptándose a las capacidades del grupo. En total se han seleccionado 20 obras para explicar, pero no es obligatorio que se expliquen todas. Además, se verá la panorámica del espacio, pero las 20 obras serán las que se singularizarán.

– La inscripción para participar en el recorrido estará abierta a partir del 9 de mayo, y en teoría, se espera comenzar la semana del 8 de mayo.

¿Os planteáis ampliar la oferta y apostar de nuevo por las tecnologías inmersivas?

– La idea es continuar con «Un Museo en Movemento» junto con el proyecto que llevamos a cabo con la Fundación Emalcsa y la Asociación de Amigos del Museo. Queremos plantear una nueva visita, aunque aún no sabemos si será la creación de algo nuevo o la ampliación de las visitas que ya existen, añadiendo nuevas salas y obras que antes no se contemplaban.